19 Oct n´| sobre adecuación al medio
Madrid | OCT12 | sobre adecuación al medio | Trans-versalidades
Ya ha salido el número 3 de la revista Trans-versalidades, bajo el título: Arquitectura de ida y vuelta, en el que n´UNDO ha tenido la oportunidad de colaborar con el artículo: Sobre adecuación al medio.
La sobre adecuación al medio.
La posibilidad de viajar se ha democratizado en los países del norte. Surge el turismo como organización de medios para facilitar los viajes. Aparece el negocio. Turismo como inversión y por tanto como actividad supeditada a los beneficios.
Queremos y procuramos llegar a cada recóndito lugar, y además exigimos que sea de manera cómoda y segura. Se producen intervenciones de lo humano sobre el territorio, adecuando el medio, sobre adecuando el entorno.
Escaleras para subir montañas, caminos de farolas para llegar a observar las estrellas, señalética estipuladas para adentrarnos en los bosques, centros de interpretación para vivir realidades. Un sistema de falsas necesidades, que nos acostumbra a lo que nunca hizo falta.
No hay espacio para la incertidumbre, nada para el azar, para la aventura y espíritu del descubridor. Son malos tiempos para los errabundos.
Estamos atrofiando la sensibilidad del espectador, la iniciativa de la curiosidad, la magia del descubrimiento, infravalorando el camino frente al fin, condicionando y manipulando las realidades. Acondicionando desmedidamente el medio donde nos movemos, construyéndonos cada vez más torpes, más burdos, menos instintivos y por tanto más dependientes, más miedosos, más inseguros y menos libres.
El turismo se interpone a los viajeros. La arquitectura pierde su oportunidad de callar y para mostrarnos el territorio lo altera, lo degrada. Aparecen los cruceristas , y los puertos se diseñan para ellos, ignorando su funciones originales, sus relaciones primigenias con el mar y sus habitantes. Se diseña el acceso a la ciudad a medida de una marabunta adoctrinada para desembarcar cómodamente, consumir con diligencia en los lugares señalizados y volver a su burbuja flotante, donde comentarán haber visitado otra ciudad; los más atrevidos dirán incluso que la han conocido.
El de los cruceristas es sólo un ejemplo más. En los últimas décadas hemos profanado los lugares más sagrados, prostituido aquello que era digno de admiración. Procurando la llegada a cualquier sitio, sin la purga necesaria del respeto, del conocimiento ni del deseo cultivado. Arquitectura servil de un sistema que opera contra las libertades, contra la educación, contra el medio; paradójicamente devaluando aquello de lo que intenta sacar beneficio.
La arquitectura, herramienta de respeto y mejora del entorno, se ha convertido en facilitadora de actividades económicas, medio de aturdimiento de la sensibilidad, la educación y el sentido común.
Artículo escrito por _ n´UNDO
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