Taller “Nada es más”  

Localización: Villarino de los Aires, Salamanca  (España) 

Año: 2012

Marco:  Festival Internacional de Arte y Construcción (IFAC)

#Desmantelar  #Reutilizar

 

   

 

La primera edición del IFAC, International Festival of Art and Construction, se celebró en Villarino de los Aires, en Salamanca en 2012, durante 10 días, en los que desarrollaron 20 Workshops, con la participación de 200 personas.

n´UNDO lideró uno de ellos, donde se investigaron, mediante estrategias de Rehacer y Deshacer, posibles intervenciones para la mejora del entorno del pueblo. Durante diferentes jornadas se llevaron a cabo labores de investigación sobre el patrimonio cultural de Villarino y sobre posibles intervenciones de resta, que, a juicio de los vecinos, pudieran mejorar el entorno construido y habitado del lugar. Este diagnóstico se desarrolló mediante talleres de participación y la revisión de documentación histórica.

El resultado, fue la comprobación de que dos de las principales señas de identidad de Villarino, las fuentes públicas y las bodegas privadas -ubicadas en las viviendas- no solo estaban perdiendo su uso, sino que también se estaban perdiendo en la memoria de sus habitantes. Por otra parte, un muro construido años atrás en la plaza Mayor para dotarla de mayor unidad visual y escénica, había convertido la que antaño era una calleja, en un callejón sin salida donde se acumulaban residuos.

Siguiendo una metodología previa, desarrollada por n´UNDO, en la que el diagnóstico de problemas se convierte en una matriz de oportunidades y de propuestas, se pasó con los alumnos del taller a dar visibilidad a ambas problemáticas para concienciar a la vecindad y promover políticas de conservación o en el caso del muro, de desmantelamiento.

Se marcaron en todas las puertas de las casas, las bodegas y fuentes, y sobre la cancha de juegos del colegio público se dibujaron dos mapas, uno del municipio y otro del núcleo urbano, donde se situaron igualmente bodegas y fuentes.

En el muro que cerraba ahora el callejón de acceso a la Plaza Mayor, se dibujó, visible desde el centro de la misma, el nombre de la Colaguina y se eliminó un ladrillo como acción simbólica que permitía la conexión visual entre calle y plaza, y que pretendía servir de invitación a la municipalidad para continuar las labores de derribo del muro y devolver la salida y la vida a la calleja.