n´UNDO afin | spain mon amour

Madrid | ABR13 | reflexiones de Vicente Patón sobre Spain mon amour

Las magnificas reflexiones de Vicente Patón sobre esta exposición y su relación con la de Ruinas Modernas que en estos días se muestran en la Fundación ICO. http://madridciudadaniaypatrimonio.org/

Qué temazo el que envía n´UNDO: los restos de la marea nuevoriquista que ha vivido este país, en su manifestación más física, visible y permanente como es la Arquitectura. El post que nos remiten es del blog del grupo de jóvenes arquitectos desencantados N+1 http://nmas1.wordpress.com/ que ejercen la postura rebelde generacional contra el “establishment” de la arquitectura española actual. Llevan toda la razón, aunque si hubiesen visto a muchos de estos arquitectos ahora célebres, en sus tiempos contestatarios (sobre todo los de mi generación), lo mismo habrían empatizado y se habrían reconocido en aquellos personajes antiburgueses afines a la Contracultura de los Ángeles y Mayo del 68. Vivir para ver, y todos cambiamos mucho con el tiempo.

En el blog de N+1 se citan y comparan dos exposiciones de actualidad promovidas por ICO (Instituto de Crédito Oficial): SPAIN MON AMOUR y RUINAS MODERNAS. La primera se celebró en la Bienal de Venecia, y ambas están abiertas en las salas ICO de la calle Zorrilla, 3. La de ruinas ha salido mencionada estos días en toda la prensa y consiste en una colección de fotos de la arquitecta Julia Schulz-Dornburg sobre los restos abandonados de la catástrofe ladrillera que ha asolado a este país. La polémica surge por la otra exposición y la propuesta para el pabellón español en la bienal de Venecia de arquitectura del pasado año, que hizo su comisario encargado, Luis Fernández Galiano, de no crear una exposición al uso, sino una especie de aula divulgativa de la arquitectura española, en la que grupos de 15 estudiantes se fueron cambiando semanalmente (hasta 200 durante el tiempo que duró la muestra), vestidos de mono blanco y portando unas maquetas también blancas, que explicaban en pequeños corros a los visitantes las obras escogidas para la bienal (ver http://vimeo.com/45694097 ).

Las intenciones de mi antiguo y querido compañero de pupitres, oídas en el vídeo que está colgado en su publicación Arquitectura Viva, parecen hasta atractivas: el dinero que se gasta en costosos montajes que después se tiran a la basura, se empleó esta vez en pagar la estancia en Venecia por una semana, a 200 estudiantes de arquitectura de último curso, y el único montaje son los monos blancos y anónimos que llevaron los estudiantes, y unos podios sobre los que se pueden dejar las maquetas (también blancas) si los juveniles brazos desfallecen. El problema ha surgido en la visión que se ha dado a los arquitectos jóvenes, de contraposición entre el estudiante convertido en portador anónimo de glorias arquitectónicas, y la selección de esas 15 glorias, de sólo cinco estudios españoles, que son las de esa multipremiada y superprolífica generación que está ahora en la edad de los 50 a 55. Los jóvenes de ahora la consideran la generación-tapón, pues de ella, unos pocos nombres han acaparado casi toda la arquitectura pública que se ha construido en el país en la última década, y son precisamente estos nombres los celebrados en la bienal. En el vídeo se puede ver a tres de ellos: Fuensanta Nieto, Ángela García de Paredes y Emilio Tuñón, y fuera de la imagen quedan aún Francisco Mangado y el estudio RCR (Aranda-Pigem-Vilalta). Si a esto sumamos que todos ellos han sido personas cuyo contexto social -además de su valía personal- les permitió nacer con un estudio debajo del brazo en las mejores zonas de sus respectivas ciudades, y que varios de ellos tienen conocidas proximidades al Opus Dei, la irritación de la “generación taponada” ha surgido de forma natural, y lo que pretendía ser abierto, anticonvencional y sostenible, se ha percibido como una muestra más del elitismo de las cúpulas académicas y las castas de arquitectos privilegiados.

La arquitectura se ha alejado bastante en estas últimas décadas de la realidad externa a las élites académicas y culturales en que se mueve, y la desafección que se produce no es ya sólo del público ajeno, que directamente ignora cuando no desprecia a los arquitectos, sino de los propios arquitectos jóvenes y estudiantes, que ven como quedan fuera tanto de la posibilidad de trabajar como acceder a ese olimpo del reconocimiento social, de lo que se valora, premia y publica. ¿habrá simplemente un reemplazo de los privilegiados actuales por otros que están reclamando su puesto -ese espíritu de triunfo es en parte lo que se enseña en las escuelas-, o el fenómeno es más profundo y avistamos un cambio radical en la forma de producción de la arquitectura y en el papel y posición social del arquitecto?. Esta crisis la estamos viendo los propios que estamos defendiendo la arquitectura del pasado cuando percibimos la indiferencia y soberbia con la que los “genios” actuales tratan a los maestros (a veces de obras, pero espléndidos) pretéritos. El arquitecto encapsulado en su círculo de intereses no ve más allá de un mundo que arranca en 1930, y al que sólo se mira en sus últimos diez años. El Colegio de Madrid nos está dando buena muestra de ello, olvidado por completo de que existieron también arquitectos anteriores a los actuales, y apoyando o inhibiéndose en los desmanes que se hacen en la ciudad histórica, que es por cierto la que valoran unos ciudadanos, que van poniendo poco a poco a los arquitectos en el mismo cadalso que a los políticos, y que sitúan en el mismo rasero a Calatrava y sus exquisitos arquitectos detractores.

Sólo un detalle: una de las quince obras escogidas para la bienal es el Museo de las Colecciones Reales, del estudio de Tuñón y Mansilla. (Apreciación académica positiva frente a apreciación ciudadana negativa).

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